Hace mucho tiempo, en un lejano y gran reino denominado
Magialandia, habitado por seres fantásticos jamás imaginados, donde reinaba la
paz y la armonía con un toque de magia y fantasía, vivían en un palacio rodeado
por hermosos jardines, un famoso rey llamado Eduard junto con su mujer Helena.
Magialandia era un reino donde todo lo imposible se hacía
posible gracias a la magia que los brujos, hechiceros y demás seres fantásticos
repartían. Convivían todo tipo de criaturas fantásticas y siempre reinaba la
paz. Los reyes eran muy felices rodeados de toda riqueza jamás imaginada y por
supuesto gracias al pueblo que estaba a su entera disposición. Pero añoraban
algo… desde que se casaron tenían el deseo de tener hijos, y sobre todo gran
ilusión porque fuese una niña.
Con el paso del tiempo, el deseo se cumplió y tras 9 meses de
espera nació una preciosa niña a la que llamaron Anastasia. Todo el reino
festejó su nacimiento con una gran fiesta en el palacio y todo el mundo hablaba
de cómo la pequeña se parecía a su madre. Tenía el pelo dorado como los rayos
del sol y los ojos azules como el mar. La reina Helena decidió volcarse con la
educación de su hija y el rey Eduard volcarse en los asuntos del reino. Era el que
menos tiempo pasaba en el palacio, pero aun así, el poco tiempo que estaba, lo dedicaba
a estar con su pequeña Anastasia.
Los años pasaron y la pequeña fue creciendo, aprendiendo cada
día una cosa nueva ya que era muy inquieta y curiosa y sobre todo demostrando
una gran debilidad por su padre.
Anastasia siempre se quejaba de que quería conocer más mundo
fuera de palacio, explorar campo, nuevas reinos, hacer amigos… ya que incluso la
educación la recibía en el palacio. Cuando cumplió 8 años su madre calló
enferma y al poco tiempo murió.
El rey Eduard estaba muy triste y con el paso del tiempo veía
que Anastasia necesitaba una figura materna para crecer.
Cuando está cumplió 10 años, el rey mandó organizar una gran
fiesta, invitando en ella a las clases más altas de la sociedad de todos los
reinos cercanos. Se cuenta que acudieron más de 600 invitados y todos ellos con
un regalo para Anastasia, entre ellos el de su padre, una capa roja de
terciopelo muy bonita. En esa fiesta estuvo invitada una mujer conocida por ser
la viuda de un importante pintor de la época, llamada Melissa junto con sus dos hijos, Nicole y Jhon, ambos
mellizos.
El rey mantuvo una larga conversación con ella durante toda
la noche y cada vez más a menudo se veían y finalmente se enamoraron. Melissa
se instaló a vivir en el palacio junto con sus dos hijos.
Al principio Anastasia tenía una relación muy buena con ella,
al igual que con los mellizos, pero con el paso del tiempo, Melissa la trababa
muy mal, no la dejaba hacer nada, todo se lo daba a Nicole y Jhon, además estos
se burlaban de la pobre Anastasia diciéndole que nadie la quería… todo esto a
escondidas del rey Eduard, ya que al no pasar tiempo en el palacio no se
enteraba de nada.
Melissa tenía mucha envidia de la princesa porque cada día
que pasaba Anastasia era más y más guapa. Melissa incluso acabó prohibiendo la
magia del reino, ya que al no poder hacerla ella, nadie más podría, y el que la
hiciese sería juzgado en palacio.
Una noche Anastasia se despertó porque había tenido una gran
pesadilla y bajo a las cocinas de palacio a beber un vaso de agua para así
despejarse, cuando de repente, para su sorpresa se encontró con su madrastra y
hermanastros que estaban manteniendo una conversación:
-Jhon: Madre estoy
harto, tanta mentira ¿para qué?... Llevamos años y años aquí…
-Nicole: Estoy de
acuerdo con Jhon, madre.
-Melissa: Darme
tiempo niños, sabéis que las cosas de palacio van despacio y que Eduard tarde o
temprano me dejara toda su fortuna y viviremos aquí para siempre.
-Nicole: Sí madre,
pero hay un pequeño problema… tú serás reina, pero ¿nosotros? Sí está Anastasia
de por medio.
-Melissa:
Tranquilos, ya se me ocurrirá algo…
En ese momento, Anastasia que tenía el vaso en las manos, con
tantos nervios, se lo dejó caer…
-Melissa: ¡¡¿Quién
anda ahí?!!
De repente una melena rubia apareció por una esquinita de la
cocina…
-Anastasia: Soy yo
Melissa, que bajaba a por un vaso de agua
-Melissa: ¿No te han
enseñado que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación…? Hay algo que
te tengo que comunicar, como ya sabes, tu padre lleva casi un año de viaje por
otras tierras lejanas y hasta finales de esta semana no regresa, y me ha pedido
que te comunique que como ya tienes una edad para buscarte la vida sola, que es
mejor que te vayas de palacio, que él ya no te quiere como antes y que busques
una nueva vida, que cuando él regrese no te quiere ver por aquí, me ha dado
esta carta.
Anastasia no podía creerlo, su padre la adoraba y
siempre había sido la niña de sus ojos, además llevaba casi un año sin verle,
teniendo que soportar a su madrastra y hermanastros, echándole de menos, ¿cómo
podía ser eso posible? Pero al leer la carta se dio cuenta de que llevaba su
firma… Llorando desconsolada corrió a su habitación cogió la capa que su padre
la regalo cuando cumplió 10 años y salió de palacio lo más rápido posible.
Para Anastasia era la primera vez que andaba sola fuera de
palacio, aun así no tenía miedo a nada. Tras varias horas de caminata pudo ver
humo detrás de unos altos pinos.
Cuando llegó vió una hoguera que parecía haberse apagado hace
poco tiempo, pero no vio a nadie por allí. De repente escuchó: ¡Holaaaaaaaaaaaa!, miró a un lado, miro a otro y no vio a nadie, pero otra
vez ese hola se volvió a repetir. Entonces, en uno de los pinos de alrededor, vió a un chico alto, moreno y de ojos
verdes, esta quedó sorprendida porque jamás había visto a un chico tan guapo. Era
Jaime, el pequeño de los famosos 7 brujitos, el resto se llamaban Ronny, Mikel,
Stefan, Peter, Adán y Luisan. Jaime le condujo hacia el interior del pino, y
allí se encontró una bonita casa. Allí estaban el resto de brujitos, estos al
verla la preguntaron que qué hacía por los bosques de Magialandia, que era
demasiado joven para andar sola por allí y que se quedara a dormir con ellos.
La princesa no les contó de donde venía, y les dijo que se había perdido y no
tenía a donde a donde ir.
A la mañana siguiente, los 7 brujitos decidieron que Anastasia
se quedaría con ellos a vivir, pero a cambio les tenía que ayudar con los hechizos
y encantamientos que realizaban para ayudar a las personas del reino. Anastasia, muy sorprendida, les advirtió que Melissa había prohibido la magia y que si se
enteraba les llevarían a todos a palacio a ser juzgados, pero ellos la dijeron
que eso no ocurriría y que la magia no era nada malo, que ellos la utilizaban
para ayudar a todo el reino.
Con el paso del tiempo, Anastasia crecía y crecía, y ayudaba a
los 7 brujitos a preparar hechizos, pócimas para curar a la gente… la princesa
aprendía muy rápido. Los 7 brujitos cada día la querían más, sobre todo el
pequeño Jaime, que desde el primer día que la vio quedo sorprendido. Se notaba
que cada día había más complicidad entre ellos.
Una mañana que Anastasia se había quedado sola en el pino,
llamaron a la puerta gritando Stefan y Peter. Anastasia en seguida les abrió,
¿Qué ocurre brujitos? Estos le contaron que los espías del rey habían
encontrado al resto de sus hermanos haciendo brujería en la parte sur del
bosque y que les habían llevado a palacio para ser juzgados y ver que castigo
les pondría. Anastasia no se lo podía creer, sobre todo porque entre ellos
estaba Jaime. No podía quedarse allí sin hacer nada y decidida y sin miedo les
dijo a Stefan y Peter que había que ir a palacio y que ella lo iba a
solucionar.
Cuando llegaron a palacio, en la misma puerta se encontraron
a uno de los soldados del rey, este les prohibió el paso, pero Anastasia no se
dio por vencida y le dijo que era la hija del rey y que necesitaba verle, este
no la creía, pero su cara le resultaba familiar así que finalmente se lo
comunicó al rey. Este le dijo que su hija había muerto hace mucho tiempo y que
no quería ver a nadie, en ese mismo momento apareció Anastasia con dos de los
brujitos.
Anastasia: Padre ¿no
me recordáis?
Rey Eduard: Mi hija
murió hace muchos años
Anastasia: Soy yo
padre, no me paso nada, me fui de palacio porque Melissa me dio una carta tuya en
la que ponía que debía irme, que tu no me querías, que ya no podía vivir aquí
con vosotros...
Rey Eduard: ¿¿¿Pero cómo
voy a decir yo eso??? Si mi hija era todo para mí.
En ese mismo momento apareció Melissa en la sala. Entonces
fue cuando Anastasia le empezó a recordar a su padre momentos juntos, anécdotas
que habían vivido... y finalmente enseñándole la capa que le había regalado por
su 10 cumpleaños. Fue ahí cuando a Eduard se le llenaron los ojos de lágrimas y
abrazó fuertemente a Anastasia, diciéndole al oído: “Siempre serás la niña de
mis ojos”. El rey le preguntó que como había podido sobrevivir durante todos
esos años fuera del palacio, y ella le contó toda la historia de los 7
brujitos, que gracias a ellos había sido posible y que había 5 de ellos
encarcelados y que les dejará libres, porque entre ellos se encontraba Jaime,
del cual se había enamorado y con el que quería casarse.
El rey lo primero que hizo fue desterrar del reino a la
madrastra junto con sus dos hijos. Lo segundo fue liberar a los 5 brujitos
encarcelados, que pasaron a formar parte del consejo de confianza del rey,
donde desde palacio ayudaban a la gente con su magia, ya que Eduard volvió a
permitir la magia en el reino. Y lo tercero dar el permiso a su hija para
casarse con Jaime.
Todos vivieron felices en Magialandia, donde la magia volvía
a reinar, y donde Anastasia era feliz junto a Jaime.
COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO……… ¿OS HA GUSTADO?
He intentado adaptar “La princesa y los siete bandoleros”
para niños de 6 años, ya que los niños a esta edad organizan en su mente las
secuencias e informaciones del cuento, tienen un vocabulario más amplio (he
incluido palabras del mismo grupo: palacio, reyes, princesa, soldado, reino…) son
capaces de dar rienda suelta a su imaginación e imaginarse un gran mundo que
les lleve a disfrutar del cuento. También con 6 años son capaces de seguir
historias más largas y estructuradas que niños de edades más pequeñas. Además
el tema de la magia a estas edades les encanta ya que ellos en muchas ocasiones
juegan a tenerla.
CAMBIOS
- En relación al lugar he cambiado el nombre de Sierra Morena
por Magialandia, ya que Sierra Morena me parecía un nombre que los niños olvidarían
y que del nuevo se acordarían más fácilmente y les sonaría más cercano por sus
características.
- He decido dar nombre a los personajes (reyes, madrastra,
princesa, 7 brujitos…) porque creo que es una forma de que los niños sepan
diferenciar a los personajes de la historia y de esta manera prestar más atención,
para así no confundirles con otros.
- He cambiado la parte donde la madre muere. En vez de contar
que muere en el parto, ya que me parecía algo que los niños no podrían llegar a
entender y un poco fuerte, he puesto que cuando la princesa tiene 8 años muere
por una enfermedad, que es más compresible para niños de esta edad
- He incluido la parte en donde cuento como se conoce el rey
con la madrastra, ya que en esa parte cuento como es la madrastra y de donde
viene. Ahí también he incluido que tiene dos hijos mellizos, en la historia
principal no tiene hijos, pero creo que le daba un toque más particular el que
tuviese dos hijos que luego le harían la vida imposible a la pobre princesa.
- He decidido quitar la parte en donde la madrastra manda a
el soldado a que mate a la princesa, ya que me parecía muy violento. Lo he
sustituido por la conversación que tiene la madrastra en las cocinas de palacio
con la princesa, en donde la da la carta de su padre, ya que creo que es más
entendible para los niños
- He sustituido la figura de los 7 bandoleros por los 7
brujitos, ya que pienso que a esa edad no saben lo que es un bandolero, pero si
lo que es un brujo, ya sea por los cuentos, películas…A parte los 7 brujitos no
roban, eso lo he cambiado por la realización de hechizos y brebajes para ayudar
a los demás, ya que el tema de la ayuda puede darse en clase y de él se pueden
sacar bastantes subtemas.
- También he cambiado
el lugar donde los 7 brujitos viven, en vez de una cueva, un pino, ya que esto
puede hacer que se desarrolle más la imaginación de los niños.
- He incluido el elemento de la capa, por el cual finalmente
el rey reconoce a su hija. Pienso que para los niños esto les hará
identificarse con algún regalo al que tengan mucho cariño porque se lo han
regalado sus padres.
- He querido incluir diálogos a lo largo del cuento, porque
cuando se lo estemos contando podemos utilizar distintos tonos de voz para los
diferentes personajes, que hará que los niños presten más atención y dará más
vida al cuento.
- He querido sustituir que el castigo de los 7 brujitos sería
la horca, por el que serían juzgados en palacio, porque pienso que sería
demasiado violento para los niños, y de esta forma el plantearles que serían juzgados
les lleva a pensar de qué manera (utilizando su imaginación).
- El final no lo he querido cambiar, porque se consigue un
final feliz, ya que la princesa finalmente consigue casarse con el brujito del
que estaba enamorado y consigue ayudar a los otros 6.
WEBGRAFÍA
- Grabación del cuento: “La princesa y los siete bandoleros”
contada en clase por nuestra profesora Irune.
- Apuntes de clase hechos por nuestra profesora.
- Libro “Fundamentos de Psicología evolutiva”.